lunes, 10 de mayo de 2010

planificación

Acá les dejo una planificación que me parece muy interesante para trabajar los valores en educación. Acepto intercambios de ideas.

DESTINATARIOS

Directivos y docentes de Nivel Inicial y 1er. ciclo del EGB de las escuelas de la ciudad de San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, Patagonia.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Hoy más que nunca se plantea en todos los ámbitos –la familia, la escuela y la sociedad- la crisis moral a la cual nos enfrentamos y la falta de modelos válidos que sirvan de referente para seguir como ejemplo de vida. Se ha producido, además, un notorio vacío en la formación de las nuevas generaciones, quienes incluso reciben constantemente el reemplazo de los bienes axiológicos por conceptos, teorías o criterios de vida afines al disvalor.

Por esto se hace necesaria una educación en los valores desde edad temprana. Educando al niño de hoy, estaremos formando nuevas generaciones de personas íntegras y moralmente autónomas, capaces de servir a la sociedad en la cual están inmersas.

La educación en los valores es una tarea tanto de la familia como de la escuela. La familia es la primera experiencia de vida en sociedad, y los padres los primeros mentores morales. Sin embargo, no debe perderse de vista otro escenario tan importante como el primero, dado el tiempo que pasa el niño allí: la escuela.

“En general, los valores responden a la necesidad de verdad, de bien y de belleza que tiene el hombre en su naturaleza posibilitándole buscar su perfección individual y social. Los mismos se manifiestan en la relación de la persona consigo misma, con los demás y con el mundo”. (Los CBC en la Escuela, Formación Ética y Ciudadana, 1996)

¿POR QUÉ LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE EDAD TEMPRANA?

Es alrededor de los 5 años que la conciencia moral, esa voz interior que indica qué está bien y qué está mal, comienza a desarrollarse. Gracias a la autoridad paterna y del docente, el niño ha comenzado a internalizar las primeras pautas de conducta y distingue entre el bien y el mal según sea lo permitido o prohibido por la autoridad. Con el tiempo y el desarrollo de la conciencia moral, el niño va internalizando las nociones de bien y mal, en camino hacia la autonomía moral.

Es evidente, pues, que el despertar de la conciencia moral del niño y su posterior desarrollo dependen en gran medida del rol de padres y docentes. Éstos deben ser al mismo tiempo educadores –proveyendo oportunidades de aprendizaje moral-, autoridad –fijando límites claros y previsibles-, consejeros –acompañando moralmente al niño y dándole herramientas para desarrollar todo su potencial-, y guías –siendo modelos de vida y mentores morales.

En la medida en que los niños se enfrenten a distintas situaciones donde deban tomar decisiones de orden moral, irán moldeando su carácter. El carácter de un niño de siete años está ya desarrollado en una gran proporción. Más tarde se hace bastante difícil lograr cambios profundos.

“Disponemos de un tiempo muy breve, pero decisivo, en el que podemos causar un impacto fundamental en el desarrollo de su carácter, que es el mejor capital para la felicidad. Cuando el niño cumple siete años, el carácter ya está desarrollado en una gran proporción”. (Popov, 1998)

Es por esto que cuanto antes nos dediquemos a educar a los niños en los valores, mejor podrán éstos internalizarlos.

Desarrollando desde temprano las virtudes interiores, el niño logrará formar su carácter, cultivar la autoestima y desarrollar su conciencia moral.

CONTENIDOS

El logo habla de la filosofía del Proyecto Valores

El árbol sonriente es el niño que recibe afecto y que crece dando fruto moral. Las raíces del árbol son gruesas y profundas. Estas raíces son el amor y la libertad. Es el amor la base de nuestra propuesta, ya que es preciso que el niño se sienta digno de amor y capaz de bondad para lograr una correcta autoestima y empatía hacia los demás, lo que se traducirá en actitudes prosociales y valores. El otro valor base del proyecto es la libertad, la cual debe ser vivida con responsabilidad.

Los paréntesis que encierran al árbol representan la contención del docente hacia el niño que deja a su vez espacio para crecer.



La implementación del Proyecto Valores está representada en diferentes árboles. El siguiente, a modo de ejemplo, es el que corresponde a Preescolar.

El árbol está muy bien plantado y sus raíces (amor y libertad) se alimentan del suelo donde están las cualidades del docente: confianza de los niños hacia ella y empatía de ella hacia ellos.

El niño (árbol) va creciendo y dando fruto moral (manzanas) que son cada uno de los valores trabajados. Éstos están divididos por unidades temáticas (ramas) que responden a los intereses y madurez del niño. Así, se va de lo más concreto y familiar a lo desconocido: Yo, Mi Familia, La Escuela y La Sociedad.

Para que el árbol crezca sano y fuerte debe aspirar un buen aire, que es todo aquello que el niño recibe del clima áulico que el docente supo crear: creatividad, optimismo, autoestima, entusiasmo y autonomía.

LAS GUÍAS DEL DOCENTE

El docente de cada sala o curso tendrá una guía dividida en cuatro partes:

  1. Teoría: la educación moral, el perfil psicológico-moral del niño de esa edad, objetivo y metodología del Proyecto Valores.
  2. Práctica: planificación diaria con cuadernillo de actividades para los niños de Nivel Inicial y 1º año EGB1 o fichas de trabajo para los niños de 2º y 3º año EGB1.
  3. Evaluación: instrumentos para medir el alcance y bondades del proyecto. El coordinador del proyecto deberá evaluar el proceso y los logros obtenidos. El docente que implementa el proyecto evaluará su propia actuación (autoevaluación) y el desempeño de los niños y su evolución.
  4. Anexo: instrumentos de evaluación, fichas para trabajar con los padres, material didáctico para usar en el aula.

PERSONAJES DEL PROYECTO VALORES

Cada curso tiene un personaje despersonalizador que acompañará a los niños en su desarrollo moral. Este personaje está acorde a la evolutiva del niño y al objetivo que se persigue en el año.





El objetivo de este año es el desarrollo emocional, para que el niño crezca seguro y confiado y pueda ser educado en los valores.

Algunas emociones a trabajar son: la ira, la tristeza y la alegría, el temor, el amor, la sorpresa, el disgusto, la vergüenza.

El personaje de 4 años es un dragoncito, Diógenes, que es inseguro y tímido y debe fortalecerse emocionalmente. Vive situaciones y sentimientos parecidos a los que viven los niños de esta edad, por lo que los alumnos lo ayudarán resolviendo situaciones que a ellos mismos los perturban.






El objetivo de este año es fomentar en el niño el surgimiento de la conciencia moral. Al ser la edad de la razón, se presentarán los 18 valores en el año para que tengan una primera aproximación al concepto de cada valor. Luego estos mismos 18 valores serán trabajados en profundidad en los siguientes tres años.

Dado que los niños son aún muy concretos, se ha elegido un personaje considerado por ellos como uno más del grupo de pares: el Perrito Tatu. Con Tatu los niños vivirán dilemas morales y situaciones cotidianas y podrán juntos superar obstáculos y aprender los valores.


6 años



A partir de los 6 años, nuestro objetivo es que el niño comience a internalizar los valores ya vistos el año anterior.

El personaje es un caracol, Caracol Lito, quien se posa en el hombro de los niños a modo de conciencia y los ayuda a tomar decisiones de orden moral en secreto. Los valores elegidos para esta edad son:

- amor (valor fundamental hasta esta edad)

- alegría

- gratitud

- aceptación

- obediencia (ley moral de esta etapa)

- orden




7 años

A esta edad el niño va camino a la moral de cooperación y el mundo de los pares empieza a ser cada vez más importante.

Por esta razón los valores elegidos son acordes a esta característica (amistad, generosidad, cortesía) y también respetan la autonomía creciente de los niños en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en el sistema educativo (responsabilidad, paciencia, constancia).

Como a los 7 años el niño desarrolla una frondosa fantasía y creatividad, el personaje es una libélula, Lula, quien trae nuevas ideas y puntos de vista, haciendo que los niños consideren y acepten diferencias de pensamiento o de personas.


8 años

los 8 años el niño va adquiriendo cada vez más capacidad de reflexión, lo que le permitirá enunciar correctos juicios críticos. Ya logró descentralizarse y abrirse a los otros, por lo que proponemos valores que fomenten esta apertura de perspectiva (consideración, solidaridad, sinceridad y patriotismo) tomado de la mano de un extraterrestre, Uhupz.

A esta edad, el niño está saliendo de la heteronomía para entrar en la moral de cooperación (justicia), por lo que la relación con el adulto ya no será tanto por obediencia sino por persuasión y prestigio (respeto).


METODOLOGÍA

Hasta los 6 años, el proyecto es curricular. Partiendo de juegos, tareas y situaciones motivadoras, los niños podrán ir distinguiendo e incorporando valores. Así se destinan 30 minutos del lunes para trabajar una actividad motivadora -generalmente un cuento, una reflexión o un juego- y se cierra la jornada con una actividad de cuadernillo. Esta actividad tiene el doble propósito de seguir un objetivo de las áreas de madurez y psicomotricidad y de brindarle al niño la oportunidad de hacer introspección sobre lo vivido en la jornada.

De martes a jueves se le dan al docente herramientas para que fomente el valor presentado en toda situación, dentro y fuera del aula, para que se constituya en los objetivos actitudinales a alcanzar a lo largo del año.

El viernes se hace un cierre y reflexión de lo visto en la semana, y se enseña un poema sobre el valor que va a la casa para compartir con la familia.

DURACIÓN Y CARGA HORARIA

Conferencia y taller inaugural: Participación en una conferencia de referencia a la temática y de un taller de ½ jornada con el o la profesional disertante.

Curso de capacitación docente: 40 horas cátedra con modalidad semipresencial. Del total de horas, 25 serán presenciales y las otras 15 podrán ser no presenciales, según el caso. Esto se determinará según lo que vaya surgiendo de la implementación.

El curso presencial y no presencial se dará a lo largo del año en distintas instancias:

Período I (mes 1) : 1 jornada completa de 8 horas reloj (10 horas cátedra) y trabajo presencial con los líderes del proyecto que incluye confección del material didáctico necesario para implementar el proyecto (4 horas reloj / 6 horas cátedra).

Período II (mes 4 y 5) : trabajo de seguimiento y mejora, y de evaluación conjunta con los líderes y capacitadores. Capacitación sobre los aspectos más débiles o sobre dudas o problemas surgidos a cargo del equipo líder. Encuentro con los padres de los alumnos a cargo de cada docente según la planificación del proyecto (5 horas reloj /7.5 horas cátedra).

Período III (mes 7) : trabajo de seguimiento y mejora, y de evaluación conjunta con los líderes y capacitadores. Capacitación sobre los aspectos más débiles o sobre dudas o problemas surgidos a cargo del equipo líder. Encuentro con los padres de los alumnos a cargo de cada docente según la planificación del proyecto (5 horas reloj /7.5 horas cátedra).

Período IV (mes 9) : Llenado de fichas de evaluación del proyecto, de encuentros con padres, auto evaluación con la supervisión de los directivos y equipo líder (3 horas reloj /4.5 horas cátedra).

Trabajo de investigación sobre los resultados cualitativos y cuantitativos, discusión sobre la implementación del proyecto y otros aspectos del proyecto, relato de experiencias, cierre y conclusiones (3 horas reloj /4.5 horas cátedra).

EVALUACIÓN

Si bien se prevén distintas instancias de evaluación con los correspondientes instrumentos para evaluar, se tratará de mantener siempre una actitud abierta y flexible, para ser capaz de descubrir lo que el docente y los niños van sintiendo, experimentando, sufriendo, viviendo.

El Proyecto Valores no sólo trabaja con las capacidades cognitivas de los niños, sino también -y sobre todo- con las emocionales y morales.

Por lo tanto, los logros más importantes serán también relativos a estas áreas.

Los instrumentos de evaluación diseñados buscan no sólo medir la evolución de los niños que participan en el proyecto, sino también el proyecto en sí con el fin de tomar decisiones de mejora en su diseño e implementación.

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